tNo sé ni qué decir, ni qué
comentar.
Musicalmente, para
quienes les gusten, estarían fantásticos, y para los que no comulguen con
esas formas y estéticas, pues a aguantar el chaparrón. Eso sí, no dejaron
a nadie indiferentes.
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PUENTE ROMANO |
Salamanca,
septiembre de 2005 |