Con un pequeño problema de sonido que obligó a parar el concierto, Sonata Arctica ofreció un concierto distinto a lo que nos habían acostumbrado en  los últimos tiempos. Tal vez por eso, y por ahí van los tiros en las críticas que he oído, la cierta disconformidad con su  actuación.

Se "cascaron", casi de tirón, su último álbum, más denso, más rico en contenidos, con una propuesta de banda que está buscando algo más de lo que llevan ofreciendo en su ya dilatada existencia. A mí, y es mi opinión, me gustaron. Me gustó Tony y me gustó su sonido - pese al "pete de la mesa".

qUE

Z' LIVE

16 de junio de 2018

Zamora