Los guipuzcoanos salieron, como
siempre, a romper, derramando sus
temas más enblemáticos y derrochando
vitalidad y entrega. No desperdiciaron
ni un minuto, es más, tocaron hasta que
se cansaron. Y con Carlos (Vhaldemar)
haciendo coros con ellos.
Encandilaron a sus "seguidores" -muy
entusiastas y animosos. Lástima de la
entrada...En nuestro caso, los vimos
desde el gélido cemento del graderío.
(ver Mi comentario) |